domingo, 22 de agosto de 2010

Discurso para el día de la enfermera

Es innegable que una enfermera y un enfermero es un profesional del cual no se puede prescindir en un hospital, consultorio… o en una sociedad que requiera salud.

Su función social, en distintas áreas, hace que, para nosotros los estudiantes a veces se vuelva algo inalcanzable.

Tanto conocimiento que adquirir, tantas técnicas que manejar, tantas herramientas que aplicar, tantos procedimientos que emplear y por supuesto no debemos olvidar mantener nuestra mirada el holista.

Llega un momento en que se hace insostenible. De alguna manera, estos hechos contribuyen a que nuestra formación se estructure con un pensamiento muy lejano al contacto con el otro y a desarrollar nuestra capacidad creativa. Así, nuestras prioridades apuntan a ejercer la asistencia, administración y con mucha experticia a la docencia, ¿Pero ¿cómo incorporamos la investigación? ¿En qué momento?

Desde niños asociamos crear conocimiento a la imagen de un grupo humano de elite con delantales blancos en laboratorios donde día y noche se dedicaban a investigar. Al llegar a la educación superior se nos reforzó esta concepción positivista, aun cuando en enfermería será difícil llevarla a cabo.

Fue apareciendo entonces una segunda imagen la de una mujer sentada en la estación de enfermería sistematizando información, haciendo gráficos y tablas con muchas cifras, con muchas ganas de aportar, pero sin el propósito de crear conocimiento.

Tal vez aún estamos a la sombra de antiguos paradigmas, si alguna vez se creyó que la tierra era plana, también se puede creer que una enfermera no se puede crear conocimiento.
tal vez nos falta alejarnos, para ampliar la visión; tal vez la descuartización del ser humano con el fin de atender a la necesidad priorizada nos ha llevado a especializar tanto que hemos olvidado el todo, lo global, lo espiritual, lo cultural, lo contextual, entonces ¿Como enfocamos tanto holismo?, ¿Cómo se expresa ese holismo? ¿Dónde está ese holismo en que conocimiento enfermero? Y si existe ¿Por qué está lejos de los estudiantes?

Es difícil que alguien que estudie tantos años para ser enfermera o enfermero no le guste lo que hace, no tenga como objetivo mejorar la calidad vida de sus pacientes,
¿Es posible que nos falte expresarlo? expresarnos y mostrarnos cómodas.
¿Es posible que, en ese momento, incorporemos el conocer lúdico y práctico? de una manera creativa que nos permita ver lo que no hemos visto antes, generar evidencias que nos lleven a sostener nuestro conocimiento y sentirnos con dominio de nuestros roles, porque ser creadoras y poseedoras de nuestro conocimiento es una verdad que nos falta.

Ahora trabajemos por la enfermería que queremos, ocupando un lugar social de compromiso con el otro humano, enamorada de la enfermería en su totalidad, con la misma fuerza con que nuestras teoristas vibraron, inmiscuidas en las decisiones de política pública. Si Florence cambió los hospitales ¿cuánto podemos cambiar si escuchamos y vemos a quienes cuidamos? Volvamos a nuestras raíces de manera renovada y actualizada. Entonces, la mística de esas primeras enfermeras, el deseo, el compromiso, la entrega, volverán de la mano del papel social que queramos jugar.


atte
Lore Barria

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